Vio llegar a la camioneta doble cabina y no esperó
invitación, se subió a ella sin pensarlo, allí ya estaban todos sus amigos, y
su lugar al lado del conductor la estaba esperando. Saludó al conductor con un
beso en la mejilla, y a los restantes tres pasajeros que iban en el asiento de
atrás con la mano. Subió la música hasta el tope, sonaba alguna de esas
canciones típicas del verano, comenzó a cantarla con sus amigos, y arrancaron.
Sería una tarde como tantas otras, en donde la chica ocultaría tristezas debajo
de millones de sonrisas. Cruzaron por la escuela del barrio, y allí salía
aquella maestra de la cual ya no recordaba el nombre… ¿Cómo era posible que aún
estuviera trabajando? Más adelante pasó a un chico de su Liceo, con su hermana
de la mano, aquello realmente le dio ternura, y a la vez la entristeció
muchísimo… ella también quería a su
hermano con ella…
Notó que su amigo, el que estaba conduciendo la miraba, así
que respiró hondo, sonrió con una ancha sonrisa, y les dijo a todos que lo
mejor sería ir a la rambla a pasear un poco por la playa. Todos aceptaron
felizmente, y el ambiente volvió a ser el mismo, aunque nadie pareciera haberse
percatado de los últimos segundos tensos que su amiga había pasado. Todos
aceptaban que ella había podido superar rápido la muerte de su hermano en aquel
accidente de tránsito que había padecido con sus amigos en la rambla.

"¿Cómo era posible que aún estuviera trabajando?" Jajaj, hay profesores que son así... eternos como las materias que enseñan.
ResponderEliminarSi! Y mi maestra de jardín era tal cual! jajajaja
EliminarMuy interesante me gusta pila como los eventos se van entrelazando supongo que mas adelante estas historias se cruzaran :D seguire leyendo
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