Recordaba a aquel chico, había sido su alumno también, pero
no era como su pequeña hermana, ella era inteligente, aplicada, puntual, y muy
cálida, y aquel chico, siempre fue un poco distraído, y al ir creciendo, cada
día estaba más desaliñado. “La juventud está perdida”- pensó, y dejó que se
marcharan, ella quería estar temprano en su casa, para poder ver llegar a su
vecino, como todas las tardes, pero por culpa de aquellos chicos eso no podría
ser, estaba realmente enojada. No era suficiente con tener que aguantar día a
día a los niños con una media sonrisa, que ahora, también le quitaban el
privilegio de ver a Don Anselmo. Don Anselmo, el amor de su vida, hacía 20 años
que eran vecinos, y 10 que él había enviudado, y ella, soltera de toda su vida,
sabía que lo amaba, pero le parecía hasta estúpido. Se despidió de la
directora, y salió de la escuela, quizá aún su vecino no se había sentado a
mirar fútbol y podrían verse aunque sea unos minutos, tomó su vieja moto, su
fiel compañera, la encendió, anduvo unos metros hasta la entrada del jardín,
miró hacia los dos lados, y esperó a que pasara una camioneta 4x4 atestada de
adolescentes con música realmente alta. “La juventud está perdida”, pensó una
vez más mientras sacudía la cabeza, y se marchó.

Más tierna la señora en moto :3
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