Aquella chica parecía realmente feliz, compró ositos de goma
en el supermercado, pensó que quizá estaba un poco elevado el precio de las
golosinas, pero la ocasión lo ameritaba. Pasó por el mostrador, pagó las
golosinas, y sin saber porque extraña motivación, antes de salir del local le
entregó una de las gomitas al chico del mostrador. El era feo, tan simple y
llano como eso, tampoco parecía tener una gran personalidad, pero todos
merecían algún tipo de atención de vez en cuando. El sonrió, ella no lo vio,
perdida en sus pensamientos abandonó el local.
Caminó dos cuadras, observó un pequeño perro que la miraba
resentida, ella pensó que se veía realmente estúpido, y luego no pudo evitar
extrapolar ese pensamiento a su propia situación actual. ¿Cómo podía estar
haciendo tanto calor en pleno julio? Calentamiento global, si, seguramente era
eso. Era la hora, él ya debería haber llegado, pero era Mathías, siempre
llegaba tarde a todos lados aunque saliera 5 horas antes de su casa y el
destino estuviera a 5 cuadras. Aguardó un momento más, nerviosa, se sentó en el
cordón de la vereda. Tomó un par de piedritas que estaban a su lado con
intención de tirarlas, luego lo pensó mejor, y se dio cuenta lo asqueroso que
era aquello, tomar piedras de la calle, ¿en que estaba pensando?
Buscó en uno de sus bolsillos la bolsita de gomitas, pero
comprobó con pesar que ya se habían acabado, ansiedad. Sintió un par de pasos,
y allí se acercaba el, gran sonrisa en el rostro, y pasos calmos y lentos en dirección
hacia su novia. Ella no aguantó más, se levantó, y antes que él pudiera llegar
a una posición cerca como para saludarla, ella habló. 4 palabras cortaron el
aire: "Esto no va más". Lo miró con resentimiento, él sabía a qué se
refería ella, pero francamente no lo espera, él pensaba que ella lo quería.
"Te quiero, pero me cansé", parecía haber adivinado su pensamiento.
El chico se acomodó, se sacudió la confusión, aspiró una gran bocanada de aire,
sonrió con hiriente orgullo, y se marchó.
Ella se volvió a sentar y comenzó a escribir un sms en su
celular, necesitaba apoyo, ¿Nicolás estaría disponible?
Él caminó ligero hacia su casa, se encerró en su cuarto,
prendió la computadora, comenzó a hablar con algunas chicas, sonrió
forzadamente algunas veces, puso música, y contra toda su voluntad, comenzó a
llorar, a llorar como un niño, y se odió por eso, por todo, como siempre.

Bienvenida!!! Felicitaciones :)
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